El trabajo junto a Matorral (2001-2002) y Mecánica Popular (2004) ocupó a Fernando Nano Stern antes de decidir su partida a Europa, en el año 2004; sin otro foco que el que venía alimentando ya desde su infancia en Santiago: la dedicación a la música a tiempo completo. Stern había sido un niño de excepcionales dotes al respecto, que comenzó a practicar el violín a los tres años de edad, y que giró progresivamente hacia el rock luego de descubrir a Led Zeppelin. Los años han fusionado en sus referentes esas raíces anglo con el cancionero del folclore latinoamericano.

Su viaje le obligó a abandonar sus estudios de composición en la Universidad Católica. Se ubicó entonces en la ciudad de Colonia, y contactó a los músicos de Ortiga, legandaria agrupación de fusión latinoamericana que había abandonado Chile a comienzos de los años '80. Con ellos se mantuvo un tiempo tocando en vivo. Luego, el contacto con Juan Carlos Tato Gómez, ex integrante de Embrujo, le...

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