Biografía de Leiva

Leiva

¿Qué se sabe de Leiva?


Su primera banda se llamó Malahierba y con ella aguantó desde los tiernos catorce años hasta su mayoría de edad. Cuando alguien está en una banda de rock’n’roll sin haber llegado a los sweet little sixteen no es que solo sepa lo que no quiere, es que no quiere seguir otro camino. Miguel Conejo Torres, Leiva, nació en Madrid en 1980 y desde entonces ha vivido siempre en el barrio de la Alameda de Osuna, al noroeste de Madrid. De crío tenía decidido dedicarse al fútbol, y ahí se ganó el mote, pues al parecer a todo dios le recordaba al internacional brasileño Leivinha, quién vivió momentos de gloria a mediados de los setenta como jugador del Atlético de Madrid.

Leiva sin embargo fue finalmente la música quien se llevó a este flaco gato al agua, a la húmeda electricidad de estrofas y melodías, traicionando un futuro deportivo que vaya usted a saber. En Malahierva Leiva ocupó el puesto de batería, compartiendo las labores de composición con quienes tenían las cosas más claras dentro del grupo y defendiendo con adolescente convicción y pasión su adorado rock de los sesenta y setenta.

La idea fija de imbuirse de rock de manera más seria, y que dejase de ser una excusa de ocio, lleva a Leiva a juntarse con otros dos vecinos del mismo barrio, Rubén Pozo y Tuli, y hacer un grupo de versiones de Leño. Era 1999 y nacía Pereza. En sus primeros pasos por los pequeños clubs de Madrid llaman la atención del público, que vio en ellos desvergüenza y frescura combinadas con alma y talento… el cascarón se rompía y Leiva aprendía y conquistaba en un mismo jaggeriano lengüetazo. A cuenta de curtirse el cuero en el circuito de garitos fueron naciendo los primeros temas propios, que evidenciaban una deuda clara con los glamorosos setenta, encabezados por Marc Bolan y los Stones, sin olvidar referencias autóctonas como Burning y Tequila, asimilados todos ellos en una vena claramente pop que nunca desechaba un buen riff.

La historia discográfica de Pereza empieza en el 2001 con un primer disco, Pereza, al que seguiría al año siguiente, ya reconvertidos en dúo, Algo para cantar, donde Leiva comienza a darle filo a su cuchillo compositor (el primer aviso fue “Pienso en aquella tarde”). El salto de trampolín de Pereza se produciría con Animales (05) y el pelotazo en listas que supusieron composiciones de Leiva como “Princesas” y “Todo”, el trabajo, que sobrepasó con creces el Disco de Oro, les colocó en la órbita de los grandes del panorama pop español, como quedaría corroborado en Amigos de los Animales (06) donde cantan sus temas con gente como Amaral, Deluxe, Quique González, Enrique Bumbury, Carlos Tarque, Christina Rossenvigne o Coque Malla.

Después llegarían dos discos con los que seguir haciendo surf en la cresta de la ola: Aproximaciones (07) conquistó diales y corazones con tal eficiencia que llenaron Las Ventas y llegaron al Disco de Platino, buena parte de la culpa la tuvieron singles de Leiva tan deslumbrantes como “Estrella polar”. En el disco por cierto colaboró el ex Rolling Stone, Mick Taylor, que aportó su sabia telecaster en la canción “Grupis”. Aviones (09) supuso la confirmación de Pereza como un valor seguro y de Leiva como personalísimo creador de canciones (su “Lady Madrid” fue la diana del disco, aunque poso fuerte dejaron también otras suyas como “Amelie” o “Llévame al balie”) con un claro concepto de rock vibrante y emocional que mira al futuro sin dejar de mamar de la teta del pasado. El propio dúo fue el encargado de encarar la producción de estos dos trabajos, descubriéndose en Leiva la faceta de un músico trabajador y perfeccionista ante los mandos, que tiene muy claro el sonido y la textura que busca para expresar su música.

Paralelo al olímpico ascenso de Pereza en el territorio español se desarrolla su proyección internacional, que empieza en Argentina donde realizan varias giras y cuyo broche de oro podría ubicarse en la actuación que Pereza ofrece junto a Joaquín Sabina en el mítico Estadio de la Bombonera de Buenos Aires. A estas alturas del partido Pereza son reclamados una y otra vez para colaborar, bien en el estudio, bien sobre las tablas, con músicos de la talla de Andrés Calamaro, Miguel Ríos, Loquillo, Fito Páez o Jaime Urrutia, haciendo realidad sueños que se tornan en actos de natural compadreo.

Por su parte Leiva le coge gusto a los secretos del estudio de grabación, lo cual le llevará a dirigir la producción de los dos primeros discos del grupo Sidecars. Tampoco deja de lado la batería, mucho más que el pasional divertimento de un músico completo, pues todas las baterías de Pereza en los discos las graba él, y forma junto a Xoel López la banda de versiones One Hit Wonders e incluso graba baterías en algunas canciones para su admirado Ariel Rot. También ocupa ese puesto en otro combo de covers, la mega banda Hot Legs (junto a Carlos Tarque, Rubén Pozo y Sara La Rubia).

Cultiva la composición para otros artistas, creando canciones para Iván Ferreiro, Quique González (con él montará el proyecto Autopista) e incluso para el incombustible Joaquín Sabina, para quién compone, arregla, canta y produce un par de temas de su disco Vinagre y rosas (2009) (su canción “Tiramisú de limón” fue elegida como primer single del disco por el propio Sabina). Además, para el musical Más de cien mentiras, basado en la obra del genio de Úbeda, Leiva arregla y produce otros dos temas. Otro affaire interesante resulta el perpetrado junto el escritor Benjamín Prado, para quién música poemas en enjundiosas veladas de spoken-words que se realizan siempre que una bonita ocasión se presenta. El cine también le reclama como compositor y en el 2010 el director Achero Mañas le encarga la banda sonora de Todo lo que tú quieras, un paso nuevo en el proceso creativo del incombustible y todoterreno músico madrileño.

En Diciembre de 2010 Pereza despidió su gira Aviones con un reventón en el Palacio de los Deportes de Madrid. Tras unos meses de descanso, Leiva y Rubén hicieron pública la noticia de que su siguiente paso sería un disco en solitario cada uno. Dicho plan culmina por parte de Leiva con la edición de Diciembre (2012), lógica y mágica evolución de todo lo aprendido en Aviones, que continúa la senda de investigación y buceo por el timbre setentero del muro de guitarras de doce cuerdas y los sólidos arreglos de viento. En el proceso creativo de Diciembre Leiva llevó a cabo un trabajo instintivo y obsesivo, grabando casi todos los instrumentos, produciendo el disco, obstinado en hallar el secreto de sus grabaciones favoritas: los vericuetos de los mejores creadores de la canción rock.

Este primer disco obtuvo críticas inmejorables por parte de la prensa especializada, estuvo en la lista de los 50 más vendidos del 2012 según Promusicae, y recibió parabienes oficiales (disco nacional del año según iTunes, Premio Rolling Stone al mejor disco del año, nominado a 2 Grammy Latinos, etc), destacando el haber agotado las entradas en la madrileña sala La Riviera las tres noches (2500 personas) que se presentó el disco. Con este trabajo bajo el brazo viajó nuevamente a Argentina, allí ofreció varios conciertos colgando el cartel de soldout en casi toda la gira, además de realizar la obligada ronda de promoción. Como curiosidad, con Diciembre Leiva actuó por primera vez en París, un salto europeo casi anecdótico. La gira se extendió durante meses, agotando entradas en casi todas las ciudades, Leiva funcionaba en directo respaldado por su banda habitual, la Leiband, como a él le gusta denominarla: 8 músicos sobre el escenario que exhibían una complicidad envidiable y una energía aplastante, aunque también cedió espacio al formato acústico, actuaciones más intimistas en las que el artista aparecía respaldado por dos músicos de la banda, desgranando un sentido repertorio. Se realizaron varios videos clips con las canciones del disco, destacando el trabajo que hizo Titán Pozo en la canción “Vis a Vis”, nominado al Grammy Latino como mejor videoclip.

Terminada la gira “oficial” de Diciembre, Leiva se embarcó en un par de proyectos de envergadura. El primero fue la asociación artística con su amigo gallego Iván Ferreiro, con quien hizo una gira acústica por teatros, y grabó una canción, “Anticiclón” (disponible en edición digital solamente), algo que se veía venir, pues el affaire entre ambos ya venía de muy atrás. El otro plan fue la gira Uno de los Nuestros, donde Leiva se juntó a Loquillo y Ariel Rot para realizar una gira por grandes recintos.

Una vez cumplidos todos los compromisos contractuales y llegada la calma, Leiva empieza a plantear la grabación del nuevo disco, ordenando ideas, puliendo bocetos… los temas, como siempre, han ido saliendo durante la gira, en los ratos de calma hogareña, en la tempestad de los hoteles, en cualquier momento de inspiración. Poco a poco Leiva va dando forma a lo que es Pólvora, su segundo disco en solitario que ha sido publicado este año 2014. Entre tanto, se deja llevar por su hiperactividad, y ha comenzado los preparativos para la producción de parte del disco de la artista mexicana Ximena Xariñana, que contendrá temas firmados por él.

El disco Pólvora ha tenido como adelanto la canción “A fuera en la ciudad”, un tema que, nada más salir, se situó en el Nº 1 de la lista de iTunes.

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