Teo, El Gato Persa Rinde Su Declaración

de José Madero

Siempre yo recuerdo el día en que te conocí
Mi dueña te invitó a comer
Supuse que eran novios, por los besos y demás
No me invitaste a jugar
Fue por eso que al principio actuaba como vil felino
Y me empezaste a chiflar
Y desde ahí me encanta escuchar tu silbido

Te hiciste mi amigo, te empezaba a extrañar
La besabas, me decías adiós
Jugabas conmigo, ella te hacía esperar
Silla rosa en el comedor
Y me subía al sillón de la televisión
Quería verla contigo, ella y yo
Más me conformo con solo escuchar tu silbido

Me acariciabas el pelaje sin cesar
Yo bostezaba cada que me hacías masaje cabezal
Más lo que prefería era oírte silbar
Me inventaste ese sonido especial
Yo ronroneaba al acostarme en ti y oírte respirar
Hace un año no te veo y me pregunto dónde estás
¿Dónde estás?

Siempre que visitabas te recibíamos con fervor
Quién se emocionaba más, ¿ella o yo?
Ahora que recuerdo, mi dueña me contó que hace poco terminó el amor

Y yo no entiendo, ¿te olvidaste ya de mí?
Ven, te cuento, ella llora al dormir
Yo no entiendo, su amor debería durar mucho tiempo
Por fa, venme a visitar
Pues en verdad extraño mucho tu silbido
Solo ven una vez más, pues no me puedo acordar de tu silbido

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