Cartas Sobre La Mesa

de Gilberto Santa Rosa

Tiemblas, cada vez que me ves, yo sé que tiemblas
no hay misterio de ti que yo no entienda
porque tratas de ocultar que yo soy parte de ti
vives, esperando un amor, que no recibes
sin que llegue la dicha, que persigues
y es cosa, muy natural, que tu te acuerdes de mi.

Hubo un adiós, que no derrotó al corazón
igual que una raiz mi presencia quedó
se que en tu vida, un día mandó la razón
y no, no se escapó del ayer, tu corazón

Y por eso, tiemblas, cada vez que me ves,
yo se que tiemblas, no hay misterio de ti
que yo no entienda, porque tratas de ocultar
que yo soy parte de ti.


Hubo un adiós, que no derrotó al corazón
igual que una raiz mi presencia quedó
se que en tu vida, un día mandó la razón
pero no, no se escapó del ayer, tu corazón

Y por eso, tiemblas, cada vez que me ves,
yo sé que tiemblas, no hay misterio de ti
que yo no entienda, porque tratas de ocultar
que yo soy parte de ti.

Que yo soy parte de ti.

Por eso tiemblas, cada vez que me ves

Y tu ves que me acerco y tu ves que de cerca,
tiemblas.


(J. C. M. P.)

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