Como parte de lo que él mismo llama la "generación Nintendo", el norteamericano Steven Ellison creció acostumbrando su oído a toda clase de bleeps y sonidos electrónicos que, combinados con la fuerte presencia del jazz en su familia (su tía-abuela era nada menos que Alice Coltrane), dieron lugar al caldo de cultivo ideal para lo que hoy conocemos como Flying Lotus.

Un universo paralelo en el que el hip-hop añejo, la psicodelia y el jazz menos conservador, campan a sus anchas entre arreglos asimétricos y líneas de bajo devastadoras. Sus fans ya lo saben: el directo de Flying Lotus suele ser mucho más salvaje que sus trabajos de estudio, así que esta es la ocasión de ir todavía más allá de "Cosmogramma", su tercer álbum (que contó con la colaboración de artistas como Thom Yorke, Thundercat, Laura Darlington o Ravi Coltrane).