De los Amores Peregrinos

de Fernando Delgadillo

Pensé camino al mar
Punta Maroma
que es del amor y el aroma
que es de la luna y su ronda
y casa del sol del lugar.
Ahí en donde el mar verde
ya no es más luz, cuando pierde
lo intangible, por volverse
inmensa y verde realidad.

Tempranito, de mañana
con la luz multiplicada
en los reflejos infinitos
de esa mar , voz de campana
donde el faro vigilante
pongo el sur rumbo a levante
voy en busca de esos puertos
donde no aviste recuerdos.

Voy dejándome nostalgia
tras nostalgia en el camino
que reuní al vuelo estival
de tus amores peregrinos
y entre el ocre y el bermejo
tonos pardo y golondrinos
de otras tardes pinceladas
¿Sería amor o fue el abrigo
de tus labios?
Que hoy presentes
por ausentes
me han llevado a recordar.

Al mar, al mar
adivine adivinando qué me atrae
hacia el caribe
donde la vista no alcanza
a remontar su espacio libre
donde la luna es de plata
y el olvido sabe a sal.

Vuelvo camino al mar
mar de mi alma, que ha tiempo
amaina la pena
del viajero sin hogar

Acaso ayer fuera un sueño
y tu amor loca fantasía
de una acalorada noche
que enredando me perdía
porque fueras para siempre
y cuando fueras para mí.

Sólo sé decir
con los ojos cerrados
que el dolor de hoy no tenerte
al final se hizo más
prolongado y fuerte
que la dicha que encontrara
junto a ti.

Al mar, al mar
adivine adivinando
que me empuja a sus dominios
donde parten las estelas
y prometen los caminos
mar donde los sueños mismos
aprendieran a volar

Vuelvo camino al mar
mar de mi alma
que ha tiempo amaina la pena
del viajero sin hogar.

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